domingo, mayo 18, 2025
Los animales que viven en la zona nerítica: biodiversidad marina entre la costa y el mar abierto


Los animales que viven en la zona nerítica: biodiversidad marina entre la costa y el mar abierto
La zona nerítica es una franja marina de gran riqueza biológica donde habitan numerosos animales, desde pequeños crustáceos hasta grandes peces depredadores. Descubre cómo estas especies interactúan y sostienen este ecosistema fundamental.
- La zona nerítica es una región costera del océano rica en nutrientes y vida animal.
- Alberga desde fitoplancton y pequeños invertebrados hasta grandes peces y mamíferos marinos.
- Las especies que la habitan cumplen roles esenciales en el ciclo alimentario marino.
- Esta zona es vital para la pesca comercial y la biodiversidad global.

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Desarrollo
Sardina (Sardina pilchardus)
Las sardinas forman grandes bancos cerca de la superficie de la zona nerítica donde encuentran abundante plancton para alimentarse.

Estos peces de tamaño pequeño tienen hábitos migratorios y son presa fundamental para numerosos depredadores como merluzas, delfines y aves marinas. En las noches suelen acercarse a la costa en busca de alimento.
- Bases fundamentales de la cadena trófica marina.
- Presas de gran cantidad de depredadores en la zona nerítica.
Las sardinas aseguran el flujo de energía en este ecosistema al conectar productores y consumidores superiores.
Caballito de mar (Hippocampus sp.)
Estos emblemáticos peces destacan por su extraña forma y su habilidad para camuflarse entre algas o praderas marinas. El caballito de mar se alimenta de pequeños crustáceos y detritos que fluyen en el agua, siendo clave para el equilibrio de microfaunas locales. Notable por su reproducción, donde el macho incuba los huevos.

- Capacidad de camuflaje entre vegetación marina.
- Importancia en el control de pequeños invertebrados.
Son indicadores de salud del ecosistema, pues requieren hábitats bien conservados para sobrevivir.
Cangrejo nadador (Portunus sp.)
En los fondos arenosos y fangosos, los cangrejos nadadores son veloces depredadores y carroñeros que mantienen el sustrato libre de restos orgánicos. Son alimento para peces mayores y aves costeras, representando un eslabón intermedio en la cadena trófica.

- Carroñeros que limpian el fondo marino.
- Presa habitual de numerosos peces y aves.
Contribuyen a la reciclaje de nutrientes, mejorando la calidad del hábitat nerítico.
Pulpo común (Octopus vulgaris)
Este mollusco cefalópodo es capaz de modificar su color y textura para camuflarse en arrecifes y rocas del fondo nerítico. El pulpo se alimenta de bivalvos, crustáceos y peces, siendo uno de los depredadores ápice de su entorno. Además, su inteligencia destaca entre los animales marinos.

- Gran camuflaje gracias a cambios de color y textura.
- Depredador de moluscos y crustáceos.
Su presencia indica la variedad y riqueza de la vida presente en la zona intermedia del océano.
Tiburón azul (Prionace glauca)
El tiburón azul recorre grandes distancias en busca de cardúmenes de peces y calamares entre los límites de la zona nerítica y mar abierto. Se trata de un depredador de alta movilidad que ayuda a controlar poblaciones de especies menores y mantiene el equilibrio ecosistémico.

- Especie migratoria y depredador tope.
- Regula poblaciones de peces y cefalópodos.
Es fundamental para la salud de la cadena alimentaria marina y la estabilidad del ambiente nerítico.
Delfín común (Delphinus delphis)
Los delfines comunes suelen moverse en grupos utilizando la ecolocalización para perseguir bancos de peces y calamares. Interactúan activamente con otras especies marinas y pueden recorrer tanto zonas costeras como aguas más profundas.

- Mamíferos sociales con sofisticadas tácticas de caza.
- Indican buena salud del ecosistema marino.
- Consumidores de nivel superior en la cadena alimentaria.
Su presencia indica la calidad del hábitat y la abundancia de presas en la zona nerítica.
Erizo de mar (Paracentrotus lividus)
Residentes entre rocas y praderas de algas, los erizos pastorean algas y contribuyen al equilibrio de la vegetación. Su exoesqueleto y espinas les proporcionan defensa ante los depredadores. Son fuente de alimento para peces y algunas aves marinas.

- Reguladores de la abundancia de algas.
- Presas para muchos depredadores costeros.
Controlar el crecimiento de algas garantiza la biodiversidad y el buen funcionamiento del ecosistema nerítico.
Anchoa europea (Engraulis encrasicolus)
Se encuentran en grandes bancos cerca de la superficie, alimentándose de plancton. Son clave en la transferencia de energía a especies superiores como atunes, delfines y aves marinas. Su reproducción masiva contribuye a la abundancia de peces pequeños en la zona.
- Transferencia eficiente de nutrientes a niveles tróficos superiores.
- Flexibilidad reproductiva y migraciones estacionales.
Las anchoas son vitales para la sostenibilidad de las pesquerías y la cadena alimentaria marina.
Tortuga boba (Caretta caretta)
Esta tortuga marina utiliza la zona nerítica para alimentarse de medusas, crustáceos y peces pequeños. Especie migratoria, pasa parte de su ciclo vital en aguas costeras protegidas antes de viajar a mar abierto. Sus necesidades ecológicas la convierten en un bioindicador marino.

- Bioindicador de calidad ambiental marina.
- Depredador oportunista y migrante.
La protección de la tortuga boba implica conservar toda la red trófica de la zona nerítica.
Alga marina (Posidonia oceanica)
Aunque no es un animal, la Posidonia oceanica es fundamental para el ecosistema nerítico al formar densas praderas submarinas que proporcionan refugio y alimento para múltiples especies. Entre sus hojas se hallan huevos y larvas de peces, y miles de invertebrados.

- Vital para la estructura y riqueza de la zona nerítica.
- Alberga gran diversidad de vida marina.
La conservación de praderas de Posidonia es esencial para mantener la biodiversidad y funcionalidad del ecosistema.
Conclusión
La zona nerítica es uno de los ecosistemas marinos más biodiversos y productivos, albergando una amplia variedad de animales que interactúan constantemente para mantener el equilibrio ecológico.
Desde grandes depredadores como el tiburón azul hasta pequeños y eficientes filtradores como las anchoas, cada especie cumple un papel esencial. Proteger este hábitat supone garantizar la alimentación y el bienestar no solo de la fauna marina, sino también de las comunidades humanas que dependen de sus recursos.