Curiosidades sobre los ecosistemas de la zona nerítica: secretos del mar cercano

Curiosidades sobre los ecosistemas de la zona nerítica: secretos del mar cercano

La zona nerítica, ese vasto espacio marino entre la línea de costa y el borde de la plataforma continental, está repleta de sorpresas naturales y fenómenos impresionantes. Descubre aquí datos asombrosos de uno de los entornos más productivos y misteriosos del océano.

• La zona nerítica es increíblemente productiva y alberga el 90% de la pesca mundial.
• Allí se forman enormes bosques de algas marinas que proveen oxígeno a la atmósfera.
• Fenómenos como las mareas rojas y las bioluminiscencias sorprenden en este ecosistema.
• Grandes migraciones y criaderos naturales mantienen el equilibrio de la vida marina.
• La zona nerítica resguarda estructuras geológicas únicas y coloridos arrecifes de coral.

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Desarrollo

El principal motor de la pesca mundial

La zona nerítica, que se extiende desde la costa hasta el final de la plataforma continental, alberga casi el 90% de la pesca a nivel mundial.

Esto se debe a su alta productividad biológica: en esta franja, los rayos solares alcanzan el lecho marino, lo que facilita la fotosíntesis y el crecimiento explosivo del fitoplancton, base de la red alimentaria marina.

La abundancia de nutrientes, provenientes de los ríos y de corrientes ascendentes (upwellings), impulsa una cadena trófica envidiable, desde pequeños crustáceos hasta grandes peces y mamíferos marinos.

• En la zona nerítica se captura casi toda la biomasa pesquera del mundo.
• Los nutrientes fluyen de los ríos y mareas, potenciando la vida.
• Es hábitat de especies comerciales como anchoas, sardinas y atunes.

La productividad de la zona nerítica es clave para la seguridad alimentaria humana y la supervivencia de muchas especies marinas.

Bosques submarinos: el pulmón oculto del mar

En el ecosistema nerítico abundan los bosques de algas marinas gigantes, especialmente las kelps en latitudes templadas y frías.

Estas plantas pueden crecer más de medio metro al día y alcanzar alturas de hasta 60 metros, formando auténticos bosques submarinos ricos en vida animal.

Las algas absorbentes de CO2 ayudan a mitigar el cambio climático, producen gran cantidad de oxígeno y brindan refugio a peces, invertebrados y mamíferos marinos.

• Las kelps crecen más rápido que la mayoría de las plantas terrestres.
• Estos bosques producen grandes cantidades de oxígeno para el planeta.
• Son hábitat para especies únicas, como el caballito de mar y nutrias marinas.
• Ayudan a combatir la acidificación de los océanos.

Los bosques de algas no solo mantienen el equilibrio ecológico, sino que también son aliados discretos en la lucha contra el cambio climático.

Espectáculos de luz marina: bioluminiscencia y mareas rojas

El entorno nerítico es escenario de fenómenos naturales tan bellos como misteriosos. La bioluminiscencia, provocada por microorganismos, hace que el mar brille intensamente en ciertas noches, creando destellos azules o verdosos.

Igualmente, las mareas rojas surgen por la proliferación masiva de algas dinoflageladas, que tiñen las aguas de colores vivos, aunque en ocasiones pueden ser tóxicas para peces y humanos.

Ambos fenómenos son esenciales para los ciclos biológicos del mar y despiertan el asombro de científicos y turistas.

• La bioluminiscencia puede observarse en playas y bahías después de atardeceres calurosos.
• Las mareas rojas pueden ser señal de problemas ambientales si proliferan en exceso.
• Estos fenómenos se estudian para entender cambios en el ecosistema marino.

Además de su belleza, estos eventos advierten sobre la salud del ecosistema nerítico y los desafíos ambientales futuros.

Migraciones masivas: autopistas marinas

Multitud de especies utilizan la zona nerítica como ruta de migración o criadero. Ballenas, tiburones y atunes recorren miles de kilómetros siguiendo corrientes nutritivas en busca de alimento, protección y reproducción.

Incluso tortugas marinas hembras, como la tortuga laúd, regresan a estas costas tras años de viaje por mar abierto para desovar exactamente en la playa donde nacieron. Estas migraciones dependen de la integridad y calidad ambiental de la zona nerítica.

• Ballenas y tiburones emplean las corrientes neríticas como vías migratorias esenciales.
• Las olas y temperaturas estables facilitan el crecimiento de crías y juveniles marinos.
• La zona nerítica es crítica para la reproducción de cientos de especies.

Conservar la conectividad de la zona nerítica garantiza el éxito de migraciones vitales para la biodiversidad oceánica.

Formaciones sorprendentes: arrecifes y estructuras geológicas únicas

Dentro de la franja nerítica abundan los arrecifes de coral, bancos de arena y formaciones rocosas escarpadas. Los arrecifes de coral, verdaderas ciudades submarinas, son refugio de aproximadamente 25% de todas las especies marinas conocidas, aunque ocupan solo una fracción del océano.

Por otra parte, estructuras como cañones submarinos y afloramientos rocosos sirven de hábitat y refugio para infinidad de especies, haciendo de la zona nerítica una de las regiones más diversas y desafiantes del planeta.

• El arrecife de la Gran Barrera de Coral es uno de los mayores del planeta y se ubica en zona nerítica.
• Los cañones submarinos canalizan corrientes frías y nutrientes desde las profundidades.
• Existen bancos de arena tan extensos que cambian la forma de las costas periódicamente.

Estas formaciones no solo sorprenden por su belleza, sino que determinan patrones ecológicos y económicos cruciales para cientos de millones de personas.

Un escudo natural contra tormentas y erosión costera

La zona nerítica actúa como barrera natural que protege las costas de la erosión y los embates de tormentas. Las formaciones de arrecife y bancos de arena dispersan la energía de las olas y previenen la pérdida de playas, reduciendo el impacto de huracanes y tormentas tropicales.

Además, los ecosistemas de praderas marinas y manglares neríticos estabilizan los sedimentos, albergan crías de peces y mejoran la calidad del agua.

• Los corales y praderas evitan que la fuerza de las olas cause daños en tierra firme.
• Manglares y praderas marinas atrapan sedimentos y ralentizan la erosión.
• Este 'escudo verde y azul' es vital frente al aumento del nivel del mar.

Preservar la zona nerítica es indispensable para la defensa natural de las comunidades humanas y el equilibrio de los ecosistemas costeros.

Conclusión

Explorar la zona nerítica es adentrarse en un universo repleto de maravillas y equilibrios sutiles. Más allá de su espectacular paisaje submarino, este ecosistema sostiene economías, protege ciudades costeras y guarda secretos científicos clave para entender nuestro planeta.

Protegerlo es, en última instancia, proteger nuestra propia vida, pues del equilibrio y la salud de la zona nerítica depende el bienestar de los océanos y de la humanidad.